Introducción
Durante la
década pasada la radiología digital fue introducida en la práctica
odontológica. A mediados de los 90 la baja resolución de estos sistemas limitó
en gran medida su aplicación en odontología. Sin embargo al final de la década
los avances tecnológicos supusieron una drástica mejora en las posibilidades
diagnósticas de estos sistemas de radiología digital. Hoy en día estos avances
incluyen la simplificación tanto de los aparatos como de los programas
informáticos a los que van asociados, una rápida obtención de la imagen
radiográfica, grandes prestaciones en el tratamiento de dichas imágenes y, en
definitiva, mayores comodidades tanto para el dentista como para el paciente.
De este modo la aceptación de la radiología digital ha ido creciendo en el
mundo de la odontología y cada año son más los profesionales que deciden
incorporar esta tecnología en sus clínicas.
Por otra
parte, a lo largo de esta evolución ha ido aumentando la oferta de estos
sistemas en el mercado y hoy en día disponemos de numerosos aparatos de
radiología digital entre los que elegir.
En este
contexto, el objetivo de este artículo es, por una parte, facilitar un
acercamiento de esta tecnología a aquellos profesionales que no estén
familiarizados con ella y, por otra parte, ofrecer una actualización del tema,
así como una comparativa basada en la literatura entre los distintos sistemas,
incluida la radiología convencional. Se pretende de este modo esclarecer, a
modo de conclusión, las ventajas e inconvenientes que presentan estos sistemas.